La práctica está enfocada al trabajo con personas privadas de la libertad con el objeto de apoyar los procesos de resocialización lo cual implica un trabajo interdisciplinario que permita generar opciones ocupacionales a esta población a través de la identificación de habilidades y destrezas que puedan ser potenciadas mediante la vinculación a un taller productivo promoviendo en el usuario nuevas formas ocupacionales para la adquisición de nuevos roles y la resignificación de ocupaciones para lograr un desempeño ocupacional funcional y significativo en la vida ocupacional. De igual forma la actuación del terapeuta ocupacional a evitar el proceso de desculturización que sufren las personas dentro del penal y apoyar su rescate para la vida social, a través de la promoción y orientación del desempeño ocupacional.
