Este magno evento para los estudiantes y sus familias se desarrolló en la capilla de la sede Virgen del Rosario de Pamplona, donde 18 estudiantes de noveno semestre recibieron la bata blanca que representa un bacteriólogo y laboratorista clínico, honesto, disciplinado, juicioso, capaz de enfrentar los problemas de la salud con altura intelectual, epistemológica, metodológica e investigativa. Simboliza a un ser humano que se enfrenta a la pregunta, que busca e indaga, que innova, que crea nuevas alternativas para que la vida sea posible.
La directora del programa, Mg, Paola Andreina Cárdenas afirmó que esta ceremonia “es la oportunidad que tenemos como docentes que participamos en el proceso de formación de los estudiantes, de reconocerles y celebrar este paso importante en su carrera profesional. Como directora me llena de orgullo poder implementar esta tradición puesto que nos une como programa a docentes, estudiantes y sus familias, siempre llevando el mensaje que la bata es un símbolo de servicio, compromiso, pureza y empatía por nuestros pacientes”.
Igualmente, este acontecimiento es un hito en las vidas de estos próximos profesionales porque implica la humanización de sus actos, la reafirmación de su vocación y el acercamiento inicial a la experiencia más enriquecedora de toda su carrera universitaria. Además reafirma la promesa de siempre mantener una actitud y comportamiento profesional con sus compañeros, maestros, comunidad, y desde luego, con sus pacientes.
Posteriormente, la coordinadora de prácticas, Daisy Carvajal Barrera les impuso un prendedor con forma de microscopio plateado que simboliza la recta final de su formación profesional. Este será reemplazado por otro microscopio dorado, una vez terminen su ciclo de formación y se conviertan oficialmente en bacteriólogos y laboratoristas clínicos de la Universidad de Pamplona.
Fecha: 12 de abril de 2024
Redactó: C.s Andrea Pedraza Mendoza, docente