Nota de Prensa No 435 de diciembre de 2025

La Universidad de Pamplona vivió una noche cargada de emoción y tradición durante la más reciente agenda cultural, un espacio que reunió a la comunidad de Pamplona en torno a la música y al legado artístico de la región. El concierto, protagonizado por la Big Band Universidad de Pamplona y la Sonora, se convirtió en un escenario para celebrar la trayectoria de estas agrupaciones y para reconocer su impacto formativo en los estudiantes de la Facultad de Artes y Humanidades.

La decana de la Facultad, Dra. Karol Martínez Contreras, destacó el profundo significado de esta presentación, especialmente porque la Big Band conmemoró más de 25 años de historia. “Es una fecha muy especial para mí; es conmemorar que, finalizando el año de 1999, mi papá creó la Big Band. Esta celebración despierta varios sentimientos”, expresó. Para ella, este aniversario no solo evocó el camino recorrido, sino que también representa un homenaje íntimo y profundamente significativo, pues ver a la agrupación consolidada después de tantos años es reconocer la huella, la visión y el amor por la música que han marcado su vida y que hoy se manifiestan como un legado familiar que trasciende generaciones. Este momento reafirma la vigencia del bolero como un lenguaje que conecta sensibilidades y, al mismo tiempo, simboliza la continuidad de un legado artístico que ha fortalecido la identidad cultural de la Universidad de Pamplona, proyectando su misión formativa y su compromiso con el desarrollo musical de la región.

"Más que un género musical, el bolero es un lenguaje emocional que ha acompañado a generaciones en Hispanoamérica", aseguró la decana. La noche estuvo marcada por la presencia de voces diversas, distintos arreglos y un ambiente que invitó a recordar y agradecer. ´Celebramos esa emotividad… encontrarnos en la esencia de quienes somos. Esta noche honramos esos años que tienen haciendo música y, para mí, es una noche muy especial´, añadió.

El programa continuó con la participación del profesor Pedro Alberto Contreras, director del Departamento y del Programa de Música, quien destacó el valor cultural que la Big Band ha representado para la Institución y la región. Recordó que, desde la creación del programa en 1999, pocas universidades contaban con una agrupación de música bailable con influencias tan marcadas del contexto fronterizo.

El docente recalcó que el proyecto se fortaleció con el tiempo hasta convertirse en un símbolo institucional. ´La orquesta ha sido y será representativa de la Universidad de Pamplona y del programa de Música. Para nosotros es una satisfacción poder tocar la música con la que crecimos´, afirmó. Durante la noche, los asistentes disfrutaron de boleros interpretados en formatos tradicionales con la Big Band y la Sonora, ambos muy populares en las décadas de los 80, 90 y comienzos del 2000. ´Mientras haya una persona a la que le guste el bolero, el bolero perdurará´, añadió.

El impacto del evento también se reflejó en la participación activa de estudiantes, quienes se integraron a los ensambles como parte de su proceso formativo. Para el profesor Pedro Contreras, este tipo de espacios amplía la visión musical de los futuros profesionales. ´Hemos pensado que la música no debe ser tan académica como se nos enseñó… La música tradicional tanto colombiana como latinoamericana tiene la misma validez e importancia que la música de los clásicos´, explicó. Estas experiencias les permiten desarrollar habilidades en armonía, composición, instrumentación y comprensión profunda de los géneros que representan su identidad cultural.

La velada reafirmó el compromiso de la Universidad de Pamplona con la preservación del patrimonio musical, la formación integral de sus estudiantes y la oferta de actividades culturales que fortalecen el vínculo con la comunidad. Una noche de arte y memoria que recordó que la música no solo se escucha: también se vive, se enseña y se hereda.

Gladis Gélves Suárez
Directora oficina de Comunicación y Prensa